If we love only one person,
that is obsession and not love.
If we love only one religion,
one thing is certain: we are not religious.
If we love only one house
we do not know what home really is.
When we look deeply into the eyes of a stranger
and think: “This woman also is my wife,
or this man also is my husband,”
then we are beginning to make some progress.
And what about that old crone,
and that old derelict? Yes,
they also are Father and Mother.
Some days all the women in the world
are wearing a single skirt,
and all the men fit into a single pair of shoes.
On those days we no longer blame ourselves
because it has taken us so long to learn to love.
On those days we can say it is God,
God who has made us crazy.
Si solamente amamos a una persona,
eso es obsesión más no es amor.
Si solamente amamos una religión,
sólo hay una certeza: no somos religiosos.
Si solamente amamos una casa
no conocemos el significado de hogar.
Cuando miramos en la profundidad
de unos ojos extraños
y pensamos: “Esta mujer también
es mi esposa,
o este hombre también es mi esposo,”
empezamos entonces a hacer un poco de progreso.
¿Y qué hay de esa vieja bruja,
y ese viejo en ruinas? Si,
ellos también son Mamá y Papá.
Hay ciertos días en que todas las mujeres del mundo
portan una misma
falda,
y los hombres un mismo par de zapatos.
En esos días se marcha la culpa
por habernos demorado tanto en aprender a amar.
En esos días sólo
podemos decir que es Dios,
Dios quien nos ha vuelto locos.
James Tipton
lives in Chapala, in the tropical mountains of southern
Flor Aguilera García is a Mexican film critic,
poet and novelist. She has four poetry books published by Praxis